
Flora
Hibisco

El hibisco, rosa de China o de Jamaica es un arbusto de hoja perenne que puede alcanzar los 5 metros de altura si se planta en jardín y de 2 metros si se hace en maceta.
Procede de África tropical y Asia pero hoy podemos encontrarlo en muchos lugares del mundo. Tiene una gran relevancia en estos dos continentes, pues es la flor nacional de muchos países y se utiliza regularmente como refresco, en infusiones, vinos o mermeladas.
Entre sus propiedades nos encontramos beneficios para el aparato digestivo, es estimulante del hígado y del riñón. Además es antioxidante, contiene ácido málico que es un ingrediente ideal para blanquear los dientes de manera natural.
Sirve de colorante para telas y alimentos.
Sus flores tan llamativas están compuestas por 5 pétalos formando un embudo de cuyo centro salen largos estambres con anteras amarillas que sobrepasan su corola. Podemos encontrarlos de muchos colores: rojos, amarillos, anaranjados, rosas, azules o morados.





Las hojas son ovaladas con los bordes un poco dentados, de color verde oscuro y muy brillantes.


En los climas tropicales la floración se produce durante todo el año, pero en nuestro clima desde mediados de verano hasta principios de otoño.
En cuanto a sus cuidados, hay que regarlo regularmente en verano pero sin encharcar y añadir fertilizante líquido durante su floración. En primavera se debe podar los brotes del año pasado o algunos viejos.
Hay que preservarlo de las heladas porque su temperatura ideal no puede bajar de los 14ºC.
Si sus flores se ponen amarillas puede deberse a exceso de riego o por falta de nutrientes. Se soluciona reduciendo los riegos y abonando cada 15 días. Si por el contrario tira los capullos antes de abrirlos puede ser por frío o por un ambiente demasiado seco.
¡No le gusta que lo cambies de sitio!
El mío luce estupendamente ahora mismo. Veremos si le gusta el sitio que le he asignado.

Puedes preparar un té helado de lo más fácil:
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Prepara una infusión de hibisco rojo. Puedes comprarlo en tiendas a granel o en herbolarios.
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Añade miel o azúcar al gusto.
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Deja enfriar e incorpora hielo.
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También puedes añadirle zumo de naranja.
