Abril llega un poco más tarde de lo habitual al blog. Es por una buena causa, un viaje a uno de los lugares donde más se respira arte en cada rincón. Y es que este mes el protagonista es el arte, con su día mundial el 15 de abril. Se ha convertido en una celebración internacional con el objetivo de promover conciencia de la actividad creativa en todo el mundo.

Existe el arte desde que existe el mundo, porque como veremos en el post de la flora de este mes, la naturaleza también necesita expresar y compartir su belleza. El arte nos acompaña y hace nuestras vidas más fáciles y bonitas. Podemos crearlo, aprenderlo y llenar rincones y tiempos con él. Pero también podemos adquirir un papel más pasivo y sólo contemplarlo, como ha sido mi caso este mes. He podido disfrutar de un arte escondido entre las cenizas y las lavas de un volcán, sepultado por el paso de los siglos y que aún hoy está siendo descubierto con mimo y acierto. Tal desgracia ocurrida en el año 79 de nuestra era provocó que el volcán arrasará las vidas y el trabajo de muchos personas, pero mantuvo intacto el arte que crearon y nos legaron los habitantes del Vesubio.

No sabría si elegir Herculano o Pompeya. De Herculano me fui con la tranquilidad de pasear por sus calles y de acceder a cada rincón sin prisas, contemplando y paladeando sus frescos y mosaicos.